quarta-feira, 19 de agosto de 2009

  • CI
La criatura de isla paréceme, no sé por qué, una
criatura distinta. Más leve, más sutil,
más sensitiva.
.
Si es flor, no la sujeta la raíz; si es pájaro, su cuerpo
deja un hueco en el viento; si es niño, juega
a veces con un petrel, con una nube...
.
La criatura de isla trasciende siempre al mar que la
rodea y al que no la rodea.
.
Va al mar, viene del mar y mares pequeñitos se
amansan en su pecho, duermen a su calor
como palomas.
.
Los ríos de la isla son más ligeros que los otros ríos.
Las piedras de la isla parece que van a salir
volando...
.
Ella es toda de aire y de agua fina. Un recuerdo de sal,
de horizontes perdidos, la traspasa en cada ola, y
una espuma de barco naufragado le ciñe la cintura,
le estremece la yema de las alas...
.
Tierra firme llamaban los antiguos a todo lo que no
fuera isla. La isla es, pues, lo menos firme,
lo menos tierra de la Tierra.
---- Dulce Maria Loynaz del Castillo
.
Imagem: Luis Vaz de Camões

Sem comentários: