En días helados de invierno, 1
En tiempo oscuro, sin esperanza,
Te arrojé toda de mi pensamiento,
Oh, quimera de la inmortalidad.
Ahora que el ardiente verano brilla,
Ahora entiendo que hice bien;
El corazón de nuevo he coronado,
Pero reposa en la tumba la ilusión.
Navego por la corriente clara,
Que fluye refrescante por mi mano;
Miro arriba, a la catedral azul,
Y no busco otra patria mejor.
Ahora, por fin, florecido lirio,
Entiendo tu queda salutación;
¡Tan claro como arde la llama,
Sé que he de morir igual que tú!
----- Gottfried Keller
Imagem: Skogskyrko garden, (o 1888 de Estocolmo, Suécia)
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[1] Poema que Gottfried Keller dedicou a Feuerbach.
sábado, 7 de novembro de 2009
Publicada por Virgilio Brandao à(s) 6:53:00 da tarde
Etiquetas: cultura
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